Hace unos meses tratábamos la alimentación en la edad escolar, importantísima para adquirir unos buenos hábitos alimentarios que perduren a lo largo de la vida. Aun así, los primeros años también son importantes, y aunque sean los años que posiblemente nos sean más fáciles de “controlar”, tenemos que conocer la importancia de una buena alimentación, así como una serie de conceptos interesantes.

En primer lugar, recordar que la OMS y otros organismos oficiales reconocidos recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, cuando por algún motivo, ya sea por decisión de la propia madre o por otras causas tipo tratamiento farmacológico o de incompatibilidades con esta lactancia materna se recurrirá a la alimentación a través de formulas artificiales adaptadas en la edad del bebé.

En la presente imagen se puede observar el calendario actual de incorporación de alimentos a la alimentación del niño:

Hay que remarcar que a partir de los 12 meses el niño puede consumir leche entera de vaca, la cual nos asegurará el aporte  de grasas idóneo para el desarrollo cerebral, siendo esta leche la misma que puede consumir un niño en edad escolar, un adulto o una persona de la tercera edad. Por lo tanto a partir de los 12 meses no es necesario recurrir a leches específicas para niños, puesto que mayoritariamente estas leches contienen más cantidades de azúcares y por tanto más aporte calórico, haciendo que el niño se acostumbre al gusto dulce y posteriormente rechace la leche entera de vaca que comúnmente encontramos en el mercado. Así pues, también es una problemática puesto que muchos niños que consumen estos tipos de leches que la industria alimentaria nos pone en el mercado, pueden comportar a la larga un aumento de peso y una consecuente obesidad en los primeros años de vida, que si no lo revertimos nos acompañará durante la edad escolar, la adolescencia y otras etapas de la vida.

El mismo supuesto seria en el caso de los yogures. A partir del año se les puede ofrecer perfectamente un yogur convencional de los que podemos encontrar en cualquier supermercado. Un consejo: escogerlos naturales y sin azúcares añadidos ni edulcorantes, puesto que el yogur como tal ya contiene los propios azúcares de la leche.

Otro alimento destacable en esta incorporación de alimentos son los frutos secos, a pesar de que por el riesgo de atragantamiento se recomienda no ofrecerlos antes de los 3 años, sí que los podemos ofrecer molidos, como por ejemplo la almendra en polvo, que se puede añadir en purés, en el propio yogur o en la leche. Si el fruto seco está molido los podemos ofrecer a partir de los 6 meses cuando empiecen la introducción de alimentos.

Me gustaría remarcar también, tal como se muestra en la imagen anterior, la incorporación de alimentos superfluos como la miel, azúcar, chocolate, bollería, galletas, chuches… Estos alimentos no se tienen que ofrecer antes de los 12 meses, y si podemos retrasar la incorporación de estos mucho mejor, principalmente porque solo nos aportan azúcares, grasas saturadas y sal; por lo tanto cuanto más tarde los ofrezcamos o los conozcan mucho mejor. Muchos os preguntaréis “¿cómo podemos espesar las papillas?” Pues con los mismos cereales que hacemos los biberones, o bien también se puede espesar con frutos secos molidos o en polvo.

En referencia a los cereales, preferiblemente escogeremos cereales ecológicos, los cuales casi no presentan azúcares. Por ejemplo, unos cereales ecológicos de 3 cereales presentan 0,6 gr de azúcar por cada 100 gr. Por otro lado, una marca comercial bastante conocida de 8 cereales, que podemos encontrar en cualquier supermercado para poner en el biberón de los pequeños, contiene 26 gr de azúcar por cada 100 gramo. Está clara pues nuestra decisión a la hora de ofrecer un cereal u otro a nuestro/a pequeño/a.

Evidentemente tenemos que excluir de la alimentación del niño los cereales con galleta Maria, con miel, con cacao… puesto que todavía presentarán un contenido más elevado de azúcar que el ejemplo que os he presentado.

Aun así, otros alimentos en los que tenemos que poner especial atención en este grupo de edad (de 0 a 3 años) son:

  • las hortalizas: hay que evitar ofrecer en niños menores de 1 año espinacas y acelgas, debido a su contenido en nitratos. Si lo ofrecemos a niños mayores de 1 año este tipo de hortalizas no tendrían que superar la ración diaria. Tenemos otras muchas hortalizas y verduras a ofrecer, por lo tanto, esta exclusión temporal de la alimentación del niño no nos tiene que suponer ninguna problemática.
    También excluiremos de su alimentación las carnes procedentes de animales cazados con munición de plomo porque puede causar daños neuronales.
  • en cuanto al pescado se aconseja, en estos niños más pequeños de 3 años, evitar el consumo de peces de medida grande (emperador, pez espada, atún, salmón…) debido a su contenido en mercurio. Por lo tanto, para obtener una fuente de omega 3 proveniente básicamente de peces azules podemos ofrecer especies de pez de medida más pequeña: sardinas, boquerón, caballa… En cuanto a la presencia de cadmio, este está presente en cabezas de gambas, langostinos, cigalas y también en los cangrejos, por lo tanto habría que limitar también su consumo.

La alimentación de los pequeños no es complicada, simplemente hay que conocer la composición de los alimentos que les ofrecemos y tomar la mejor decisión para ellos.

TIPS:

– Ofrecerles alimentos de proximidad, frescos y sin envases. Ofreceremos así seguramente menos azúcares y grasas saturadas a nuestros niños.

– Comed los mismos productos todos los miembros de la casa, ya que no podemos pretender que el niño se coma un determinado alimento si tú como padre o madre no lo hace. Por lo tanto… ¡Seamos un ejemplo para ellos!

Por si te puede interesar, te recomiendo consultar en la web el documento publicado por el “Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña: “Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia, de 0 a los 3 años”, donde se trata con más detalle la alimentación de los más pequeños de casa. A continuación os adjuntamos un PDF interactivo donde podréis acceder a cada enlace correspondiente a temas de nutrición.

Por Roser Martí Cid, Dra. Nutricionista i dietètica –